viernes, 20 de junio de 2014

Visita Colegio Reina Sofía

l día 29 de Mayo recibimos en la oficina de turismo de Ubrique a niños/as del colegio Reina Sofía, cuyas edades estaban comprendidas entre los 8 y 9 años. Al frente de ellos iban sus profesores Francisco Venegas y Mª Auxiliadora del Canto.
Esta visita ha sido nuestra primera experiencia con niños/as, por lo que nos encontrábamos con una presión añadida al nerviosismo con el que habitualmente nos enfrentamos al recibir a los grupos de personas que vienen a nuestra ciudad, debido a que nuestro lenguaje y nuestra forma de actuar debía de ser diferente a cuando estamos trabajando con adultos.

En primer lugar, Manuel Castro les dio una breve charla sobre las funciones de las oficinas de turismo, haciéndolo muy ameno, ya que les hizo partícipes con preguntas, a las cuales respondían con gran rapidez y acierto.

A continuación comenzamos la ruta por el casco histórico, en la que todos los componentes del grupo del taller de guías turísticos colaboraron, dividiendo los diferentes hitos que se encuentran en el trayecto, para que cada uno de nosotros expusiéramos los asignados.

Uno de los momentos más divertidos del itinerario fue cuando mi compañero Rubén Manzano, hizo una simulación de una tradición denominada “Roña”, que antaño se llevaba a cabo en nuestra localidad, y que consistía en que al término de un bautizo el padrino del evento lanzaba en la puerta de la parroquia monedas, al grito de todos los niños/as allí presentes de “¡Roña!”, “¡Roña!”, y la chiquillería alborotada las recogía para conseguir el máximo de dinero y poder así después comprar las deseadas “chuches”. Así pues, el efecto que produjo dicha simulación en nuestros pequeños/as acompañantes fue similar al que en su día causó en aquellos chiquillos/as de entonces.

En toda la ruta, este grupo tan especial e inteligente, estuvo interviniendo con sus preguntas, sus respuestas a nuestras cuestiones y con toda esa alegría y soltura que caracteriza esa edad.
Una vez terminada la guía, mis compañeros y yo coincidimos en nuestras valoraciones al comentar que trabajar con niños/as es una satisfacción inmensa, y que sólo su sonrisa es una de las recompensas más grandes.


Isabel Janeiro Rincón

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